Para estos crustáceos la situación está muy complicada, el aroma a mandarina les anuncia que llegó la hora de la verdad.
Fuertemente atados con cebollino y cubiertos con una espesa masa de cerveza, nadan con desesperación en el aceite caliente, y de ahí al plato, para terminar rodeados por salsa de crema acida, mostaza y miel. ¿Podrán escapar?
Ingredientes:
16 camarones
1 huevo
1/2 taza de harina
1/4 taza de cerveza
1 puñado de cebollino fresco
Ralladura de la piel de una mandarina
Aceite de girasol
1 huevo
1/2 taza de harina
1/4 taza de cerveza
1 puñado de cebollino fresco
Ralladura de la piel de una mandarina
Aceite de girasol
Pimienta negra
Sal
2 cucharadas de miel
4 cucharadas de crema agria
Preparación:
Sal
Ingredientes para la salsa:
2 cucharadas de mostaza2 cucharadas de miel
4 cucharadas de crema agria
Preparación:
Batir en un bol el huevo junto con una cucharada de aceite y 1/2 cucharadita de sal. Agregar toda la harina, mezclar e ir añadiendo la cerveza hasta obtener una masa líquida, pero muy espesa. Dejar reposar a temperatura ambiente por media hora.
Limpiar los camarones dejándoles la cola. Hacerles un corte en cruz con el cuchillo del lado interno, para que estén más derechos y evitar que se cierren sobre sí mismos durante la cocción.
Mezclar todos los ingredientes de la salsa y reservar (esto es fácil).
Atar los camarones con las hojas de cebollino. Condimentarlos con sal, pimienta negra y ralladura de mandarina. Pasarlos por la masa, freírlos en abundante aceite caliente hasta que estén dorados y colocarlos sobre papel absorbente.
Servirlos en el centro de un plato y acompañarlos con la salsa.
Limpiar los camarones dejándoles la cola. Hacerles un corte en cruz con el cuchillo del lado interno, para que estén más derechos y evitar que se cierren sobre sí mismos durante la cocción.
Mezclar todos los ingredientes de la salsa y reservar (esto es fácil).
Atar los camarones con las hojas de cebollino. Condimentarlos con sal, pimienta negra y ralladura de mandarina. Pasarlos por la masa, freírlos en abundante aceite caliente hasta que estén dorados y colocarlos sobre papel absorbente.
Servirlos en el centro de un plato y acompañarlos con la salsa.